En palabras de Saramago
Aquí va un extracto de El Evangelio Según Jesucristo, de José Saramago:
No obstante, la lógica no lo es todo en la vida, y nada raro es que, justamente, lo previsible, que lo es por ser el remate más plausible de una secuencia, o porque, simplemente, ya había sido anunciado antes, no es raro, decíamos, que lo previsible, llevado por razones que sólo él conoce, acabe por elegir, para revelarse al fin, una conclusión, por así decir, aberrante, bien en lo referente al lugar, bien lo que a la circunstancia se refiere.
El pasaje sirve como mecanismo de exposición. Se describe la razón por la que el protagonista tomó cierta acción: Jesús decide abandonar a El Pastor (Satán) después de años como su ayudante.
Es también un perfecto ejemplo de la prosa de Saramago. En su estilo, una reflexión está enterrada en texto que parece lleno de obstáculos. Una sopa de trama y exposición.
Si se ignoran los conectores y las disculpas, lo que el autor quiere expresar es: “La lógica no lo es todo. Puede suceder que alguna circunstancia o lugar, por más previsible que sea, acabe por elegir una conclusión fuera de lo normal”
¿Está justificada la verbosidad del autor? ¿es justificada exponer esta reflexión a trompicones? George Orwell es famoso por promover la practicidad del texto escrito. Por su arte de expresar una idea compleja con fraseo eficiente y reduciendo el uso de palabras inusuales. Esto podría interpretarse como un uso perezoso de la lengua. No es tan simple.
Cuando un sendero es mantenido, ¿es común permitir que crezca la maleza que podría obstaculizarnos? Una respuesta sensata es “no”. Lo ideal es mantenerlo limpio. ¿Es lo correcto caminar un sendero en su forma más natural o de la manera más eficiente posible hasta el destino? ¿Debe importar el objetivo del autor cuando leemos? ¿O debemos, simplemente, leer?
A nivel narrativo, ¿qué gana un autor al expresar una frase de una manera que parece desconcentrada? Cuando trabajamos, los cambios frecuentes de contexto son de los mayores enemigos de la productividad. Algo parecido puede ocurrir cuando leemos. Invertimos atención a un párrafo sólo para llegar al final y preguntarnos qué acabamos de leer.
¿Es el estilo de Saramago una expresión de cómo reflexionamos? Definitivamente no reflexionamos linealmente. A medida que avanzamos en una idea, justificaciones, contraargumentos y otras ideas se presentan. Todo esto desvía la atención pero también nutre la profundidad de la idea inicial.
El estilo parece estar basado en retórica práctica. En el estilo como ideas son comunicadas oralmente. Como si estuviese en un seminario acerca de lógica y la previsibilidad de los acontencimientos. En retórica, es normal añadir conectores, secciones y justificaciones a medida que vamos racionalizando lo que queremos expresar. La habilidad que se desarrolla es la de expresar ideas de manera concisa, con fraseo práctico y transmitible, al momento.
Mi conclusión es que, al escribir, no hay método exacto. La comunicación usando el lenguaje, y específicamente el escrito, tiene altos niveles de subjetividad. Por esto, es un arte.
Puedo entender a quienes podrían considerar a Saramago como un escritor complejo. Su estilo no es convencional y puede resultar difícil de leer. En particular lo encuentro plagado de riqueza e inspiración. Al expresar tramas complejas en este estilo, sólo deja claro que, con su experiencia, desarrolló maestría en su oficio.